Para explicar el Vinyasa yoga, en primer lugar, cabe hacer una pequeña introducción de lo que es el Yoga, comprendiendo la diferencia que existe respecto a otras actividades físicas.

Para explicar el Vinyasa yoga, en primer lugar, cabe hacer una pequeña introducción de lo que es el Yoga, comprendiendo la diferencia que existe respecto a otras actividades físicas.

Existen muchas variedades de Yoga, algunas muy diferentes de otras, a groso modo podemos diferenciar dos líneas, una más física basada ciertas posiciones corporales, más o menos estáticas llamadas asanas, y otra línea donde los ejercicios son de carácter más mental y apenas se utilizan las asanas.

Sin embargo, tanto el Yogasanas como el Yoga mental, deben de alcanzar un resultado final parecido, en el que sobre todo cabe destacar la calma interior, cierto grado de bienestar o gozo, tanto físico como mental, una mayor conciencia de uno mismo y un aumento de la atención y concentración.

Esto que va mucho más allá de las sensaciones agradables que se consiguen gracias a una actividad física, en realidad debe sus resultados no solo a sus ejercicios, sino también a la actitud que ha de mantener el practicante mientras realiza la sesión de Yoga.

Al hablar de actitud es hablar de una estructura compuesta por procesos mentales, emocionales y conductuales entre otros. Para ser más concretos en el Yoga uno tiene que tener una actitud atenta, respetuosa y enfocada, para consigo mismo y para lo que está ocurriendo en su cuerpo y su mente.

Esto no tiene por qué ser implícito en el practicante, lo normal es que se vaya construyendo o instalando en dicho practicante, poco a poco gracias a la práctica, en el caso de Vinyasa Yoga, una modalidad de Yogasanas, la clave y factor potenciarte de la actitud es la dinámica respiratoria que se realiza durante la sesión, es decir por los ejercicios de Pranayama que acompañan en todo momento cada una de las asanas y la transición entre ellas.

Esta modalidad de yoga, suele ser más exigente que las clases  a las que estamos habituados de asanas, solicitando al practicante no solo posturas relacionadas con estiramientos musculares, sino también posturas que demandan fuerza/resistencia, es decir que el practicante ha de mantener cierto nivel de fuerza durante un tiempo determinado, lo que es extraordinariamente favorable para la salud para dicho practicante, aportándole justamente resistencia física, de gran utilidad frente a la enfermedad, este es uno de los motivos por los cuales el Yoga en general se ha asociado con la salud, la longevidad y la calidad de vida.

Otro factor característico de Vinyasa, es la transición de una asana a otra, esta modalidad, cuida mucho que dicha transición se realice de forma armónica, continua, sin romper la actitud, el hilo conductor como se decía anteriormente, es una respiración muy concreta, que aporta mucha energía y favorece la concentración. Dicho de otra forma, en este estilo se puede entender que no existen varias asanas, sino una sola que va evolucionando y cambiando de forma gracias al soporte de la respiración.

El Pranayama o técnica respiratoria, utilizada durante la sesión es el llamado Ujjayi, traducido por la mayoría de autores como la respiración victoriosa, aporta paz y tranquilidad mental, bajando el estrés y la ansiedad, a la vez que aumenta la energía del practicante. Sin duda esta es otra de las paradojas del Vinyasa, relaja sin bajar nuestro nivel de energía, sino todo lo contrario aumentándolo, además de fortalecer la musculatura relacionada con la respiración, y la alineación vertebral natural.

Por tanto, el Vinyasa Yoga representa una magnifica forma de conectar contigo mismo, mejorando algunas capacidades de tu cuerpo como la flexibilidad, fuerza, resistencia, coordinación, propiocepción, respiración, equilibrio, entre otros.

Más dinámico y exigente que otros yogas a nivel físico, lo que es ideal para aquellas personas que buscan una actividad algo más movida que una clase de Yogasanas clásica, pero sin perder los beneficios que aporta el Yoga, bienestar físico/mental y la conexión profunda con la esencia de uno mismo.

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